martes, 29 de junio de 2010

Para que Beas el Mundial por Enrique Beas

Itinerario 12

24 horas

Todo ha sido un vendaval. No hay treguas eternas, ni Dorian Grey pudo hacer el pacto con el diablo, ni el Vasco pudo entender el verdadero reto de su Iniciativa Mx. La Ola Verde encuentra la calma en llanto y las alegrías en cervezas pesadas que salven el mal rato. El discurso es el de siempre, bien podría escribir lo mismo de hace cuatro años y no pasaría nada. Entre Leipzig y Johannesburgo no hay diferencias, mismas respuestas, mismas caras en la zona mixta que parece velorio azteca con el desfile de nuestros futbolistas viendo como cantan de nuevo en su cara. El sacrificio fue duro, el orgullo se pierde en el camino y la confianza se agacha para hacer de un frío verano africano, un eterno junio de fracasos. Toda terapia grupal que tenga que ver con las ideas de superación personal se trabajan en días de 24 horas, así para cumplir hay que llegar afrontando siempre los retos y caminando los senderos que uno dice escojer cotidianamente en 24 horas. Hoy es una de esas oportunidades para solventar mi catársis emocional y dejar a un lado el trauma del nopal para gozar de los nuevos retos que pondá el Mundial en su fase más emocionante y con las grandes selecciones. Pero antes no quería dejar a un lado las conclusiones del día después de mañana, ya que en la conferencia de prensa del juego el pasado domingo cambiaron mi ruta de palabras y aceptaron más fácil la eterna derrota. Bienvenidos, bienvenidos! Al mundo de Diego y el Vasco.


Vasco

Hablas de jóvenes cuando elevas el promedio de edad casi por 5 años con tus decisiones, sales del camino con la cara sobría diciendo que el verdadero culpable fuiste tú, lavas las manos de Poncio Pilates en la horca de los sacrificios y te sales por la puerta de alado sin tu calo ermitaño de buen mexicano y emprendiendo el viaje de regreso con tus familiares. Los cheques bien cobrados serán una buena razón para alimentar el ego dolido y Sudáfrica será una membrana mas de la misma mediocridad que aqueja nuestra sociedad, esa misma gente que creyó y buscó cambios sustanciales en tú discurso. El futbol, me queda claro no debe ni tiene que ser la gran válvula de escape para sentirnos realizados como humanos, pero la manera en la que afrontaste a los medios en la conferencia de prensa corrompen mi tranquilidad como periodista. La carta ya te la mande por mail, las preguntas fueron escasas y lo único que pedías en tu mente era salir de ahí. No eres el único culpable, no permitas y ni sigas con ese engaño. Hay una federación que no hizo bien su chamba, ya que dejamos a un lado la oprtunidad de una generación de buenos chavos para cumplir esa meta anhelada. No mientas más Vasco, ya te vas ir, me queda claro que amas a tu país y que eres míás feliz viviendo en otro, la mayoría que puede hacer eso, lo hace y nadie le reclama. Yo lo único que no puedo permitir más, es el engaño al declarar que hay futuro, que hay esperanza en los jóvenes cuando fuiste tú el que truncó a Ochoa, al Chicharito, Moreno, Barrera. Se acabo donde siempre el Mundial. Javier te deseo lo mejor en lo que sigue en tu vida, disfruta el buen dinerito que te ganaste con tu chamba y ojala algún día hables de frente para aprender de los errores, no sólo tuyos sino de todos los que hacen posible esta mega industria de futbol en el país, no como tu ultima conferencia mundialista en el Soccer City.


Diego

La pelota te ve de lejos y se te acerca. No hay balón que te recista; te huele y te persigue como fiel amante de la pirueta, de la gambeta y de las ideas. La revolución es una palabra que masticas con grandeza. Algunos bárbaros te dicen títere, a lo mejor sin conocerte. Nadie podría jugar al vodévil contigo, lo tuyo son las palabras directas, sin rodeos y con la soberbia necesaria de tu raza, de tu estirpe. Diego cambiaste mi vida y agradezco que en un salón abajo del estadio hicieras de una simple conferencia una lección de vida para los amantes de la pelota. No sabías mi nombre y te llamó la atención mi boina, me pediste el balón Jabulani con el que me senté a formarme para preguntarte qué te había parecido el juego de México, cuando acabaron tu participación pronto y le dieron prioridad a los medios argentinos, además había que festejar con los muchachos que la verdadera venganza contra Alemania se acerca. Manejasta a la prensa de tu país con tal ironía que lo único que sucede cuando hablas con ellos es que todos sigan a tus pies, de la edad que sean, siguen buscando tus palabras y tus risas. Te di el balón y sólo me dijiste: "gracias pibe, que sin esto no puedo dormir". Gracias por seguir siendo el hombre que piensa y hace que el futbol no se manche al hacerme entender la verdadera prioridad del juego: la pelota.




Bookmark and Share

No hay comentarios:

Publicar un comentario