martes, 5 de enero de 2010

Lo mejor del 2009 4a parte por Enrique Beas

Agosto-Septiembre

Fue una lástima que agosto del 2009 no fuera septiembre. Un mes donde el deporte mexicano generó esos dividendos que solemos tener. Medalla de oro en clavados, medalla de bronce en marcha y le ganamos en juego eliminatorio a Estados Unidos en un partido muy emotivo. La lógica nunca es cuestión de azar, los resultados y esos grandes esfuerzos provocan alegrías para soñar en cambios sencillos de calidad. Roma fue la sede de esos anfibios humanos que nadan más rápido que nadie y brincan al agua sin sacar gotas pesadas, además sirenitas que bailan. Phelps y sus hazañas. Berlín fue la ciudad de encuentro del máximo hombre de la velocidad. El viento y sus memorias de su pequeña isla son el aliciente perfecto para formar semi dioses, Bolt y el sinónimo del alto usain boltaje. Ahí entre esos reyes de la gloria, los mexicanos figuraron. Paola enfrente de las chinas se hizo grande, ganó el oro y es campeona del mundo. Eder Sánchez cruzó la meta de la puerta de Brandemburgo en tercer lugar para regresar las ganas de triunfo en la marcha olvidada del país. En ese mismo cierre de verano, el Tri consiguió alinear sus fantasmas para corresponder la visita y hacer del Estadio Azteca su principal arma. ¡Bienvenidos, bienvenidos! Al agosto más mexicano de todos.

El entendimiento otoñal de la vida genera esos placeres reflexivos de cada hoja caída. No es el cliché lo que gana las batallas del periodismo, sino la horas contadas camino a la redacción de un glorificada historia. Se dice en el ambiguo mundo de las ideas, que las horas exactas no se cuentan en minutos, sino en los segundos que te separaron de la hazaña. Los latinos son esa raza humana que tiene históricamente la persecución y las conquistas de esos pequeños segundos a la orilla. En la rama deportiva la fortuna es otra, aunque en el tenis la costumbre es la misma. Suecos, gringos, suizos, alemanes, australianos... casi siempre ellos. Pero en septiembre del 2009 un argentino desafío los años de tradición y el prestigio del nuevo inmortal y le arrebató el título. La prensa publicó que Latinoamérica había ganado en los canales norteamericanos latinizados, la verdad fue que Juan Martín del Potro a su joven edad conquistó el US Open y le ganó a Roger Federer. Mes patriotero donde en la televisión abierta se dieron los fracasos de las nuevas figuras del boxeo impulsadas por las mismas empresas del Ajusco y Chapultepec que han dicho que rescataron al deporte más triunfador de México, sólo que volvieron a fallar a la hora del prime time, ya que ahora sólo nos falta volver a tener buenos campeones. La ruleta rusa vergariana seguía haciendo de las suyas, quería seguir sumando cabezas en un mismo año: Efraín Flores fue el primero, Omar Arellano el segundo, Paco Ramírez el tercero y que se despacharan en este septiembre, para darle paso a una dupla fugaz y luego a Raúl Arias y aún cerrar con el güero Real; así o más evidente el circo de Jorge Vergara. ¡Bienvenidos, bienvenidos! Al septiembre habitual de box sin Chávez.




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