miércoles, 28 de octubre de 2009

Enemigos Públicos

Sonatas inquebrantables de justicia suenan por las calles de la honestidad. Al parecer los villanos viven su metamorfosis para esconder astutamente los fondos de sus deseos comerciales con el equipo más popular del país y con el tema selección mexicana.

Enemigo Público 1.

La digestión sigue siendo una pesadez absoluta, el caldo de gallina ya acostumbrado se convirtió en una birria bien tatemada para causar estragos en todos sus seguidores. La salud mental de todo rojilanco no esta en su mejor balance, las memorias de una liguilla ya sobrepasan los 15 meses y parece que habrá que esperar otros 6 más; cuando antes de esa racha fueron 4 torneos seguidos llegando a semifinales. Raúl Arias, el nuevo enemigo público, llegó para hacer más fácil el trabajo del periodista y del aficionado. Él es culpable a todos ojos y seguirá aguantando las balas de un proyecto que pierde su filosofía, que olvida la sensatez y desfigura las ilusiones de un plan colectivo de fantasía deportiva que anhelaba títulos, grandes figuras, el mejor director técnico del mundo y hasta el estadio modernista que sigue sin vialidades gubernamentales. Las promesas aún sin cumplirse y los años pasando. La paciencia no sabe de amores con todo y el hibrido formado para sanar las calamidades vergarianas entre Lebrija, Flores y Arias donde todo parece más un acomodo mediático que de proyecto antes de que venda a las Chivas.

Enemigo Público 2.

El juego de leyes en los países en vías de desarrollo se caracteriza por adjetivos calificativos nada gratos para sus participantes. La desinformación genera mentiras y especulaciones en todos sus niveles. Un tema que lleva años a lado de nosotros y que nadie se atreve a decir lo sucedido. Desde el rumor de homosexualidad entre futbolistas en una concentración, el engaño sexual de la esposa del capitán con los sancionados, el gran bacanal con líneas de coca por toda la habitación y bellas damas de la vida alegre después de una categórica victoria enfrente de la verdeamarela, el error del presidente de la federación y sus letradas declaraciones, son cosas que jamás se aclararon. Después llegó la reincidencia de uno de los acusados hasta desatar aquella semifinal donde Cruz Azul ya no jugó el partido de vuelta contra el Pachuca. A partir de ahí el futbol mexicano tiene a Salvador Carmona como enemigo público. Un hombre que através de su abogado amenaza que con la verdad México se quedaría sin Mundial, con la verdad.

¡Bienvenidos, bienvenidos! Al eterno mundo del engaño y los sinceros fines comerciales de los enemigos públicos que olvidaron un valor universal: la honestidad.


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