martes, 25 de agosto de 2009

A sangre fría por Enrique Beas

Caminar por tus calles después de 8 años de ausencia puede desequilibrar tus conceptos de tus memorias. El olor recae en el pasto y lo que escuchas se puede permear en tu sentir, segundos antes del estallido. Recapacitar y entender a horas forzadas ha sido la tarea de un guerrillero del sistema balompédico de nuestro México. El brutal asesinato que se cometió por dinero con la selección durante estos tres años ha sido a sangre fría, con caras siempre sonrientes y mentadas poco protocolarias. Una nueva lista cargada de nuevas esperanzas. Ahí aparece el nuevo francotirador de nuestra estirpe, de corazón rojiblanco y de alma infernal. A los nuestros se les acusa de cobardes a la hora de la definición, se vive con un trastorno cada que se imagina el área, la zona del regate convertido en gol al deber liquidar a nuestras presas a sangre fría. Hoy la prensa y la opinión pública orientará sus debates para saber si Néstor Calderón esta listo para la selección… qué porque el Vasco sigue sin llamar a Sinha... etc, etc, etc. La verdad es que después de haber olido de nuevo nuestras calles, después de haber escuchado el corazón de millones de mexicanos reflejado por unos miles en el Azteca y ver la definición agónica de nuestro único goleador activo en los botines de Sabah, Javier se anima a desafiar al sistema y deposita la confianza a esa base de jugadores que hasta el momento le han regresado la idea al destino sudafricano. ¡Bienvenidos, bienvenidos! A la eterna hora de hacer una convocatoria con sello Truman Capote Aguirre, a sangre fría, antes de la tarde del 5 de septiembre en Costa Rica y el 9 de septiembre en México.


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