La batalla de dos partidos ha sido ganada en ésta ocasión por la novatez de Pep Guardiola. Sólo dos minutos antes de finalizar el encuentro bastaron para meter al Barcelona a la final de la Champions League.
La experiencia de Guus no fue suficiente para meter al Chelsea en la final de la Champions League. Con un juego que de aprovechar las claras oportunidades de gol hubiese terminado con otro marcador aunado al desastroso trabajo arbitral del noruego Tom Henning Ovrebo, pero la historia cambió en el minuto 93 con un golazo de Iniesta que dejó las lamentaciones inglesas para otro día publicadas en los tabloides ingleses.
Conspiración!. Este señor no se si se arbitro o ladrón!. Afirmaban jugadores y prensa ingleses.
Guus planteó el partido de 180 minutos y estuvo a punto de salirse con la suya. Desgraciadamente para él, Iniesta clavó la pelota en el ángulo derecho de Petr Czech y la historia para el Chelsea terminó en semifinales.
Por el lado de los culés, no hay mucho que objetar. Son los menos culpables de los errores del equipo inglés y del árbitro. Hicieron el gol que les daba la calificación y están justamente en la Final. Guardiola en su primer año continúa con 3 objetivos fijados al inicio de la Temporada: Copa, Liga y Champions.
Solo quince días separan al Barcelona de la gloria o el chorreo, como dicen en España. Tres títulos, dos, uno o nada. Algunas veces la historia en el fútbol nos amarra a los asientos de la incertidumbre hasta el último segundo de juego y seguramente así sucederá éste año con los blaugrana.
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