lunes, 27 de junio de 2011

Monterrey y los grandes esfuerzos



La ciudad norteña recibe al Tri mundialista sub-17 en el último partido de la primera fase. El rival: Holanda. El estadio Universitario la sede luce forrada de imágenes conmemorativas del gran evento.

Nuevamente el calor se hace presente, 40 grados hacen que la temperatura en la grada y en el campo sean asfixiantes. Hay muy pocos lugares para refugiarse en la sombra. Los jugadores deberán soportarlo por al menos 45 minutos hasta que el sol ceda.

Es evidente el golpe de calor en los holandeses. Al primer tiempo ya pierden 2-0. En el segundo tiempo, la temperatura permite un mejor desempeño en los visitantes y logran empatar el partido 2-2. Minutos antes de terminar el partido, México pone cuentas finales de 3-2 y elimina del torneo al vigente Campeón Europeo.

México obtiene 9 puntos en tres partidos, 8 goles a favor por 4 en contra. Primer lugar del grupo A y espera en octavos de final al equipo ubicado en tercer lugar del grupo E. Aunque las dudas aparecen en el cuadro mexicano tanto en el desempeño grupal como en el individual.

El equipo no es sólido en todas sus líneas. Tiene altibajos muy notorios en momentos importantes del partido. Las individualidades no lucen y desde la banca no se nota un revulsivo que logre cambiar la dinámica de un equipo que puede lograr como máximo una semifinal en el certamen. Octavos y cuartos de final parecen ser accesibles con lo que hasta el momento han demostrado los mundialistas mexicanos.

La final en el Estadio Azteca tiene muchos candidatos: Alemania, Brasil, Costa de Marfil, Francia y después México. No será nada sencillo repetir la hazaña del 2005 de Chucho Ramírez y sus pupilos. Pachuca espera el próximo partido del tri. Se espera una victoria con muchas complicaciones. Historia que se repite y con mayor intensidad conforme avanza el torneo.

El esfuerzo, la eficacia y la contundencia serán sus mejores aliados.





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