miércoles, 16 de junio de 2010

Para que Beas el Mundial por Enrique Beas

Itinerario 4

Humo

Hoy el gigante de humo esta herido. No de muerte, pero sí de orgullo.
La que se conoce en el pueblo como la Furia Roja se destrozó cual vil
caricatura para recordar a sus ancestros, para memorizar de dónde
viene y hasta dónde puede ir. En Durban se va a Manolo, sí, el eterno
Manolo del tambor, del capote y el habano en su temblorosa quijada y
no entiende lo que ve y para lo que le sirve una derrota de la mejor
selección de su país de todos los tiempos; expresa la cara que se le
conoce como la mueca de frustración y lo único que sale de su boca es
humo. Los suizos enmudecieron a toda una península que sueña con estar
del otro lado del balón, pero que como siempre el pretexto se
encuentra para hacer realidades de humo, mismas que acarrean las
pasiones vertidas por aquel título circunstancial contra Alemania en
plena Euro y que prefirieron jugar con sus estadísticas diciendo que
sólo habían perdido un partido en dos años, por cierto mismo juego que
los privó de enfrentar a Brasil en la final de la Confederaciones.
¡Bienvenidos, bienvenidos! A la quinta entrega del itinerario en plena
terapia de la madre patria.


Cantando

No cabe duda que la sensación de un pasmo emocional cuando no se
encuentra el silencio que se llega imaginar uno en las almas pasajeras
recién vencidas y que provocan una peregrinación tan impactante que el
sólo caminar genera ruido. Esa música que sólo te da el futbol y las
altas horas de la noche. Acá en la Plaza Mandela ya no importa si ganó
España o el anfitrión, si eres uruguayo y esperas con ansías el martes
para enfrentar a México. Tampoco si llevas tres días sin bañarte con
el sarape azteca o eres de los que simplemente no traen el abrigo para
el tremendo frío porque jamás se enteraron que acá era invierno. A
estas horas de la noche acá ya nada importa. A lo mejor por eso
venimos todos, a lo mejor esa es la razón que sustenta la famosa
competencia. Son ya las 3 de la mañana hora de Johannesburgo y ante
tanta depresión deportiva para analizar en Score Final (8:30pm Canal
52mx, valga el comercial) la gente hace la fiesta, el turismo
cosmopolita se apodera del único espacio público más fancy: Santdon
(osea más pipiris), incluso que el mismo Santa Fe. Acá todos cantan:
¡olé, olé, oleeeeé! Unos vestidos de rojo, otros de amarillo, otros de
negro, otros de verde, otros de azul, etc. Es cuando veo que después
de un día ajetreado donde no hablé con nadie mas que con los
responsables de prensa para acreditarme al juego de México vs Francia,
terminó el recorrido cantando con ellos.

Brasileando

Ante la presión artera de buscar un protagonista de la historia,
Brasil vive de nuevo en el dilema de alegrar solito el espectáculo o
apostar por sumergirse en la generación del No Crack. Ahí en esa
disyuntiva para los elegantes gambeteros como los brasileños,
portugueses, argentinos, españoles, franceses, ingleses, holandeses e
italianos, queda decir que apenas termina la primera jornada y después
de ver la intensidad de los celestes contra los Bafana-Bafana, me
queda claro que apenas empieza lo bueno. Las 32 selecciones con su
segunda oportunidad y para varios la última llamada, así que no se
desesperen ni caigan en el jueguito de los amarguetas que ya
pronostican el peor Mundial de la historia, eso pasa cada cuatro años
después de que cada equipo debutó y se la pasa Brasileando en la Copa.




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