miércoles, 4 de noviembre de 2009

La interminable caída por Enrique Beas

El suspiro que tiene la vida gracias a los deportes se genera con alegrías. Cada ciclo de inspiración de cualquier equipo exprime sus figuras estéticas en buenos torneos. En México tenemos principalmente 3 posturas filosóficas que crean a esos futbolistas que provocan esos suspiros en la tribuna: las Chivas, los Pumas y el Atlas. Hoy los 3 padecen de diversos males que ponen a la luz pública su interminable caída.

La letanía de la pasión rojiblanca y sus ideas se mueren en supuestos irracionales de falta de paciencia y credibilidad. Las horas, semanas o meses que se ejecuta a sangre fría vergariana por cada suspiro mal entendido cuando se busca la justicia seudo deportiva en sus legados de pastillas adelgazadoras. Los proyectos desaparecieron de Verde Valle y la rutina sigue expresando delirios de conceptos cada tercer mes. Afortunadamente se fue el peor orador de la táctica del catenaccio a la mexicana y dejará en paz la filosofía del juego alegre y ofensivo de las Chivas. Pero Raúl Arias no es el culpable de la realidad del Guadalajara, es cierto que fue el DT que hizo jugar peor al equipo, pero el problema sabemos todos que no esta en el banquillo del rebaño sangrado. La meta del 2010 con nuevo estadio, Copa Libertadores y torneo sin seleccionados, pinta que seguro el equipo más popular del país seguirá su interminable caída.

El suicidio que se comete también en Guadalajara pero con tintes rojinegros es una grosería para todos aquellos que han aguantado más de 57 años sin títulos pero con alegrías en la cancha. El respeto mal aplicado al pasado del bigotón más controversial de nuestro balompié ya raya en lo ridículo, se ha dispuesto a matar todo espectáculo que salía del Jalisco los sábados por la noche, puliendo su discurso en temas de la selección y de su Monterrey, olvidando que su trabajo era salvar al Atlas jugando bien y que gracias a la competencia geográfica y económica de este país, en primera división existen el Querétaro y los Indios. Así que mientras el equipo tapatío siga con Lavolpe seguirá su interminable caída.

Me llovieron todas las críticas posibles al decir que el título de los Pumas había sido el mayor engaño en la historia de nuestro fútbol. Hoy sólo me puedo dar el lujo de repetir mis ideas sabiendo que el concepto deportivo de la UNAM lleva varios años en caída libre y olvidando que sus principales logros los obtenía alegrando el ritual dominical deportivo. No con la retórica del Tuca y sus carrera sin despidos y vacaciones.

¡Bienvenidos, bienvenidos! A esas 3 filosofías que están viviendo interminables caídas.


Cualquier comentario, reclamo o burla a los Pumas disque campeones a vonbeas@gmail.com.


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